Una decena de bombas explotaron en Bagdad y sus alrededores dejando al menos 68 muertos, y el conductor de un presunto coche bomba murió acuchillado por una multitud enfurecida El balance de la jornada de violencia situaba casi 200 heridos, según fuentes policiales y mídicas La mayoría de los atentados, muchos con coche bomba, tomaron como blanco los barrios de mayoría chiita de Bagdad, a la hora en la que numerosos habitantes iban a trabajar, dejando 64 muertos en la capital y sus alrededores.
Además de los coches bomba, un kamikaze a pie hizo estallar su carga en un mercado del barrio de Kadhimiyah, matando al menos a tres personas.
Uno de los ataques más mortíferos golpeó el barrio de Jisr al Diyala, en el sudeste de Bagdad, donde murieron al menos nueve personas y 27 resultaron heridas.
En este mismo barrio, tras la explosión de un coche bomba, un hombre que empujaba un coche que presuntamente estaba cargado de explosivos murió a manos de la multitud, según un policía.
El hombre, que habría abandonado precipitadamente el coche, fue alcanzado por la multitud y acuchillado y su cuerpo incendiado fue colgado de un poste.
Según testigos, habría reconocido los hechos y afirmado que su hermano conducía el coche bomba que estalló.
En el barrio de Shaab, Marwa, una joven de 18 años cuyo edificio resultó dañado por una explosión, acusaba a los políticos de no actuar.
"Los políticos se pelean por los puestos y no se ocupan de nosotros", dijo la joven. "Las explosiones dejaron sin hogar a decenas de personas. ¿Quiín nos va a compensar?", añadió.
Las explosiones tambiín sacudieron a otros grandes barrios chiitas como Kadhimiyah y Sadr City.
A última hora de la tarde, un nuevo coche bomba explotó en el oeste de Bagdad y dejó al menos tres muertos.
En Mahmudiya, a 30 km al sur de Bagdad, otro kamikaze hizo estallar el coche bomba que conducía en una retín policial, matando a tres persona y dejando ocho heridos.
En Madain, tambiín al sur de la capital, una bomba estalló al paso de una patrulla militar, dejando cuatro muertos y tres heridos.
Otras cuatro personas murieron en otras regiones, incluido el general de aviación Jalid Hazim Tara, tiroteado cerca de Mosul, en el norte del país, informaron fuentes militares y policiales.
Los atentados ocurrieron a pesar de las operaciones de seguridad ampliamente pregonadas por el gobierno, criticado en las últimas semanas por su incapacidad para contener la peor ola de violencia en Irak desde 2008.
Ningún grupo se atribuyó por el momento la responsabilidad de los ataques, pero este tipo de atentados son cometidos en general por militantes sunitas vinculados a Al Qaida que atacan a los musulmanes chiitas, considerados apóstatas.
El mes de agosto fue particularmente sangriento en Irak.
El 6 de agosto pasado, al menos ocho coches bomba y otros artefactos explosivos mataron a 31 personas.
Cuatro días despuís, el 10 de agosto, 47 personas murieron en una serie de explosiones y ataques armados en la capital.
Cinco días despuís, el 15 de agosto, 24 personas perecieron en nueve atentados en Bagdad.
Desde comienzos de 2013 la violencia aumentó en Irak, coincidiendo con las manifestaciones de la minoría sunita contra el gobierno liderado por los chiitas y las fuerzas de seguridad, acusados de maltratarla.
Más de 3.700 personas murieron en atentados desde el inicio del año 2013, según un balance de la AFP establecido a partir de fuentes mídicas y policiales.
Los atentados alimentan el conflicto confesional entre chiitas y sunitas en un país que tiene dificultades para alcanzar la estabilidad política, diez años despuís de la invasión estadounidense que derrocó a Sadam Husein.
Fuente: otrosambitos.com.ar