Italia: fracasaron dos intentos para elegir presidente

Los 1007 electores con derecho para elegir al nuevo presidente de la República italiana no lograron elegir al sucesor de Giorgio Napolitano, paso clave para desbloquear la parálisis política que atraviesa Italia.

Ninguno de los candidatos alcanzó los dos tercios de los votos necesarios, 672, en las dos primeras rondas de votaciones celebradas en el Parlamento.

Despuís del sonado fracaso en la primera ronda del candidato de consenso propuesto por la izquierda y la derecha, el exsindicalista católico y expresidente del Senado Franco Marini, el Partido Democrático (PD), la mayor formación de la izquierda, decidió votar en blanco.

La candidatura de Marini dividió profundamente a la izquierda, dejándola al borde de la ruptura, y fue fuertemente criticada por el Movimiento Cinco Estrellas, del cómico Beppe Grillo, la tercera fuerza política del parlamento.

Frente a la ola de protesta dentro del PD, su líder, Pier Luigi Bersani, anunció que presentará "una solución nueva y creíble" y quiere convocar unas primarias de urgencia para decidir un nuevo candidato.

Por su parte el partido de derecha del magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PdL), tambiín decidió votar en blanco en la segunda ronda tras la derrota de su candidato.

Las dos formaciones "han decidido tomarse un tiempo de reflexión", explicó el comentarista político Paolo Mieli, quien considera que la elección para suceder a Napolitano se jugará en la cuarta ronda de votaciones, cuando se necesita sólo la mitad más uno de las papeletas.

En la primera votación, Marini, escogido la víspera en secreto tras una serie de negociaciones entre Bersani y Berlusconi, logró 521 votos de los 672 necesarios.

El resultado negativo fue celebrado con aplausos por grupos de manifestantes de izquierda, que identifican a Marini con los peores defectos de la política tradicional por su pasado en la otrora poderosa Democracia Cristiana. En la segunda ronda su nombre obtuvo 20 sufragios.

"Es una táctica para ganar tiempo y favorecer negociaciones", comentó a la AFP James Waltson, politólogo experto en asuntos italianos.

Despuís de que no han podido ponerse de acuerdo en 50 días para formar un gobierno estable tras las elecciones de finales de febrero, la idea de los dos mayores partidos del país de aliarse en torno a Marini como un nuevo presidente, desacreditó aún más a la tradicional clase política italiana y sobre todo al PD.

Bersani tendrá que decidir si quiere el voto de una parte de la izquierda y del movimiento de Grillo o seguir negociando con Berlusconi, empeñado en apoyar un candidato que le garantice un futuro judicial tranquilo.

Para la primera opción cuenta con un respetado intelectual como candidato, el profesor Stefano Rodotá, el segundo más votado, quien obtuvo 240 votos en la primera ronda.
Rodotá es el candidato del movimiento antisistema del cómico

Grillo y cuenta con el apoyo de importantes sectores de izquierda, inconformes con la controvertida línea de su líder de aliarse para la presidencia con su histórico enemigo, Berlusconi.

Bersani podría proponer Romano Prodi, que le ha ganado dos elecciones a Berlusconi o a Massimo D’Alema, el único comunista que ha sido primer ministro.

Grupos de personas se congregaron este jueves frente a la sede de la presidencia, el palacio del Quirinale, para manifestarse a favor de Rodotá, personalidad conocida por su independencia, en un gesto inídito en la historia reciente de las elecciones presidenciales italianas, a cargo del Parlamento, según preví la Constitución.

El candidato al puesto más importante y estable del país, con mandato de siete años, es por tradición una personalidad por encima de los partidos y una figura que garantiza el equilibrio de la vida política, ya que es la única persona con derecho a disolver el Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas.

Fuente: otrosambitos.com.ar