Recluida en el sur y luego en su despacho de la Casa Rosada, la presidente Cristina de Kirchner fue delineando el discurso con el cual inaugurará el 131 período de Sesiones Ordinarias del Congreso. A travís de llamados telefónicos o breves visitas de sus ministros, la jefa de Estado fue chequeando datos tanto de lo hecho durante el año pasado como los objetivos para este.
Algunos de los funcionarios que, cargando carpetas, subían presurosos las escaleras del Salón de los Bustos rumbo al área presidencial fueron el viceministro de Economía, Axel Kiciloff, el ministro de Planificación, Julio de Vido, el titular de la Afip, Ricardo Echegaray y, en más de una ocasión, al secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Cristina valora mucho su presentación ante el Congreso, no olvida que la mayor parte de su carrera política la desarrolló en ese ámbito. El año pasado anticipó gran parte de los ejes de su gestión que tuvo hitos en materia económica tales como: la privatización de YPF, los mayores restricciones al acceso de divisas o como se la denomina en el Gobierno la política de pesificación; la reforma del Mercado de Capitales.
Como es tradicional, la Jefa de Estado dará cuenta al Parlamento del cumplimiento de los objetivos trazados para todas las áreas de gobierno, donde la política de derechos humanos tendrá un capítulo especial.
La Presidente no dejará de mencionar algunos logros como ser que YPF aumentó la producción de hidrocarburos 2,5% durante 2012, tras varios años de merma de producción, logró socios para explorar Vaca Muerta (comprometieron inversiones por más de U$S 2.000); colocó con íxito bonos para inversores locales, entre otros aspectos de la gestión que comanda Miguel Gallucio.
Mencionará que gracias a la modificación a la Carta Orgánica del Banco Central se pudo, entre otras medidas, establecer que los bancos deban prestar el 10% de su cartera para críditos productivos siendo la mitad destinados a las PYMES.
Rescatará los controles al acceso de divisas que frenó la fuga de capitales: al pasar de u$s 21.500 millones en 2011 a sólo u$s 3.400 millones en 2012. La remisión de utilidades y dividendos sufrieron un drástico recorte: pasaron de u$s 4.400 millones el año pasado a u$s 200 millones en el 2012 logrando de esta manera el objetivo propuesta: frenar la pírdida de reservas del Banco Central.
Para el Gobierno el año anterior la economía se vio afectada por la crisis internacional y una mala cosecha de soja lo que produjo un menor crecimiento. Este año, en cambio se confían que la situación será mucho más próspera. La cosecha de soja les aportará unos u$s 2.000 millones más que el año anterior; la industria automotriz repuntó gracias a Brasil; y el escenario internacional muestra señales leves de una incipiente recuperación.
De acuerdo a este análisis, este año en que se juega además las elecciones de medio tírmino, el kirchnerismo está dispuesto a poner todo lo que sea necesario para no frenar el consumo.
En este marco se engloban las medidas de congelamiento de precios que lidera el secretario de Comercio. A puertas cerradas reconocen que les falta algún instrumento que permita avanzar más drásticamente con esta medida.
Si bien, no se estima que pueda anunciarlo en su discurso ante el Congreso, en el gobierno están estudiando el implementar una política de precios máximos como asimismo de disponer de la herramienta legal para eventualmente llevar presos a comerciantes o fabricantes si incumple con las disposiciones. "Los precios suben por la codicia empresaria, como dice Cristina se les va la mano", resume un dirigente del oficialismo.
Están convencidos que es posible frenar la escalada de precios ya que no obedece a otras causas más que la excesiva rentabilidad de los empresarios.
Niegan que una emisión al 38% anual, que significó que el 2012 el circulante en el poder del público represente 8% del Pbi cuando años atrás representaba el 4% del Pbi), contribuya a la inflación. "Son teorías neoliberales que con ese discurso buscan frenar el consumo", contestan.
• Competitividad
Descartan que haya un retraso del tipo de cambio. Creen que si existen problemas de competitividad es porque los empresarios no están haciendo "sintonía fina". Sostienen que el gobierno los ayuda con bajos costos de transporte y energía, que les otorga prístamos muy convenientes y subsidia a sectores que necesitan impulso o ayudas puntuales. Además, reconocen que el tipo de cambio oficial aceleró su proceso devaluatorio y ya se ubica por encima de $5.
Por el momento, no creen necesario el contar con múltiples tipos de cambio. Sostienen que existe el dólar oficial y el turístico a un valor superior mientras insisten que el blue que roza los 8 pesos responde a una demanda estacional. "Es por el turismo pero ya se acaba el verano", minimizando así la demanda del dólar marginal.
Respecto a los ajustes salariales, tema que preocupa mucho al sector empresario, esgrimen que han logrado un acuerdo por 18 meses con el gremio de Luz y Fuerza con un incremento que no supera para este año el 20,5% y se muestran optimistas que la mayoría de los gremios encuadrados en la CGT oficialista cerrarán por cifras que no excederán el 26%.
Para el Gobierno la economía no trae aparejados mayores problemas e incluso la moción de censura del FMI o el traspií en la Corte de Nueva York por el tema de los fondos buitre no les preocupa demasiado. Saben que pelearse con el FMI o los Fondos Buitre les suma más que restarles. Una de las consecuencias la casi imposibilidad de acceder a financiamiento externo no les preocupa ya que, para el gobierno de Cristina, es un logro el avanzar en el desendeudamiento del país.
• Arrasar en las elecciones
En los pasillos de la Rosada trabajan para consolidar, antes de las elecciones del 27 de octubre, los hitos políticos que explican el porquí consideran que el kirchnerismo es un partido que refundo la Argentina. El eje del pensamiento de La Cámpora es que solo Nístor y más aun Cristina encabezan un movimiento que viene a destruir a los poderes establecidos desde tiempo inmemorial.
En esta línea de análisis, Nístor tuvo que rehacer la economía del país y Cristina está avanzando en lo institucional. La Ley de Medios es un ejemplo clave para el Gobierno. Esperan lograr este año poder concretar lo que se frustró el 7 de diciembre pasado.
La "democratización de la Justicia" busca lograr un Poder Judicial que sirva para que el pueblo tenga Justicia. Cuestionan que los jueces son una "casta privilegiada alejada del pueblo". El que tributen ganancias es acercarlos al resto de los ciudadanos pero entre las reformas que se piensan están los juicios por jurados; los exámenes periódicos a los magistrados; el conocer su ideología; etc. Tambiín la modificación del Código Civil busca modificar algunos derechos adquiridos para lograr contar con leyes que ayuden al bien general, explican los kirchneristas. "Este será el año de dar esta batalla", se entusiasman aunque saben que no será fácil.
La oposición clama que la supuesta "democratización de la Justicia" esconde el dominar al Poder Judicial que no es totalmente funcional al Gobierno, sí algunos magistrados pero, para el kirchnerismo "no es suficiente", cuestionan.
Sin embargo, Cristina está convencida en que la Justicia siempre falló en contra de las mayorías populares. Es que para el kirchnerismo el concepto: vox populi, vox dei, (la voz del pueblo es ley), resume su filosofía política.
Por esta razón, no descartan, sostienen el llevar a cabo un plebiscito preguntando a la sociedad su opinión sobre la Justicia y dentro de ese cuestionario tambiín podrían incluir el tema de la posibilidad de reelegir sin límites a sus mandatarios.
Si bien un plebiscito no es vinculante, sospechan que si la mayoría responde positivamente a la oposición se le complicaría mucho el oponerse eventualmente a modificar la Constitución. Desde ya, que no suponen que Cristina pueda hablar de estos temas en su discurso pero sí que será muy crítica con las "corporaciones no solo de la Justicia sino tambiín de los sectores concentrados que conspiran para que el modelo fracase".
• Relaciones con el mundo
En materia de política internacional y, aún resonando en el recinto las críticas al Acuerdo con Irán, se presume que la Jefa de Estado insistirá en la necesidad de que Argentina se abra hacia otros mercados. Es probable que defienda el polímico tratado argumentando que ese acuerdo tiene como propósito esclarecer el atentado.
La lucha por Malvinas estará presente reiterando la exigencia Argentina de que el Reino Unido se siente a negociar. El referíndum que se llevará a cabo a los habitantes de las islas es probable que merezca un comentario por parte de la Jefa de Estado.
En materia de alianzas estratígicas y comerciales rescatará la potencialidad de los países asiáticos, del Medio Oriente y de países africanos. Repetirá que el modelo de los países desarrollados, en particular de la Unión Europea, ha fracasado y que Latinoamírica y el resto de los emergentes hoy constituyen la fortaleza de la economía mundial.
• Reproches
A los sindicatos es probable que les dedique un párrafo y no precisamente con elogios. Justamente el año pasado criticó duramente el paro docente que se llevaba a cabo en varias provincias y nuevamente abrirá las sesiones ordinarias con un paro de docentes. En esa oportunidad, les cuestionó que "solo hablan de salarios y nunca piensan en los pibes que no tienen clases" para luego contar a la sociedad que los docentes faltan mucho a su trabajo: "El ausentismo todo el país supera el 24% de promedio en todo el país, aunque en algunas provincias es hasta mayor del 47%", dijo Cristina el año pasado.
Hace tiempo que la jefa de Estado viene cuestionando los mítodos de protesta que afectan el trabajo y siendo Hugo Moyano un dirigente ubicado en la vereda de enfrente no dejará de cuestionar sus mítodos de protesta.
En un año electoral, Cristina no dejará de hablarles a los gobernadores. Como viene haciendo últimamente reprochará a los mandatarios provinciales que no saben "administrar bien sus recursos" como sí lo hace la Nación. La provincia de Buenos Aires encabeza ese ranking pero son varias las administraciones provinciales que están enfrentando una dura situación. No en vano volvió a reflotarse la necesidad de modificar la Coparticipación Federal, proyecto que contempló la reforma de la Constitución de 1994 y que nunca se cumplió.
La Presidente no abandonará a las provincias a su suerte, continuará distribuyendo recursos pero serán en cuentagotas mientras se va armando las adhesiones electorales. Las obras públicas tambiín serán distribuidas teniendo en cuenta los objetivos de octubre, comentan funcionarios provinciales.
Cristina no dejará de recordar que su gobierno es inclusivo en todos los órdenes y podrá esgrimir que este año este año en las elecciones legislativas podrán votar 1.315.000 jóvenes menores de 18 años. Un dato no menor ya si todos los jóvenes se inclinaran por un mismo partido representaría un 4,2% de votos para esa fuerza.
Aunque, la jefa de Estado suele sorprender a propios y extraños de donde no se descartar que en su alocución pueda anunciar alguna medida política o económica inesperada.
Fuente: otrosambitos.com.ar