El economista Aldo Pignanelli analiza en Otrosambitos (Pop Radio 96,1) la situación económica del país y del mundo.
La utilización de las reservas del Banco Central para el pago de los vencimientos de deuda de 2010 podría provocar embargos por parte de los tenedores de títulos en default que siguen en litigio con el país. Según alertaron desde distintos sectores, el riesgo excede a los u$s 6.569 millones que constituyen el Fondo del Bicentenario y abarca a los casi u$s 47.900 millones que atesora la entidad monetaria.
Los fondos buitre, que en los últimos años intentaron embargar distintos activos públicos en los Estados Unidos, podrían interpretar que el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que creó el Fondo del Bicentenario para pagar vencimientos de deuda avala la teoría del “alter ego” que esgrimieron en distintas ocasiones. Esta vez, el argumento sería que el Poder Ejecutivo puede disponer por decreto de las reservas y emplearlas para pagar deuda externa, por lo que el Central es un instrumento del Estado y no una entidad autárquica.
Los bonistas en litigio buscaron embargar aviones de Aerolíneas Argentinas –luego de su reestatización– y fondos de la ANSeS en el exterior –tras el fin de las AFJP–. En ambas ocasiones, la justicia de los Estados Unidos falló en favor de la Argentina y desestimó los pedidos, por considerar la empresa estatal y la institución de la seguridad social entidades con un status jurídico independiente y separadas del Estado.
Algo similar ocurre con el Banco Central. Pero el decreto 2010 que creó el Fondo del Bicentenario cambió la ley 23.928 para permitir el pago de servicios de deuda en general. Hasta la semana pasada, sólo podían emplearse reservas de libre disponibilidad para pagar deuda con organismos de crídito multilaterales, pero no con tenedores privados. Esto encendió una alarma en el Central. Según supo El Cronista, Redrado está preocupado por la situación de las reservas a partir de ahora. En su opinión, los bonistas más duros rechazarán la reapertura del canje y proseguirán los juicios, con este aditamento. Y que el Congreso no se haya expedido sobre el tema ahonda los riesgos, ya que demostraría que el Ejecutivo puede disponer del dinero del Central sin la autorización del Parlamento. A diferencia de ahora, la cancelación de la deuda con el FMI con reservas fue una operación puntual votada por el Congreso.
En el Palacio de Hacienda admiten que los fondos buitre pueden pedir el embargo de las reservas y trabajan contemplando ese riesgo, aunque minimizaron la posibilidad de que ocurra. Para un alto funcionario de Economía, que un juez avale un embargo a un Banco Central sería “escandaloso”, ya que sentaría un peligroso precedente que afectaría a las entidades monetarias de todo el planeta.
Otra fuente de Economía indicó que los mismos riesgos se corrieron al cancelar la deuda con el FMI y con el decreto que autorizó el pago al Club de París con reservas, luego postergado por la crisis global. En ese entonces, el dinero del Central no se empleó para el pago de capital e intereses a tenedores privados. Pero, afirmó, tambiín aquellas operaciones significaban la “compra” de las reservas por parte del Tesoro, a travís de la emisión de un bono a 10 años. Así, es el Estado y no el Central el que paga la deuda.
Al respecto, el ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó que se contempla la posibilidad de ir sacando el dinero de las reservas a medida de que sea necesario y no todo junto, durante un brindis con periodistas. Allí afirmó que todos los pagos de deuda al sector privado efectuarán con el Fondo y que los vencimientos intra sector público se refinanciarán.
Fuente: otrosambitos.com.ar