“En una reunión muy amistosa y constructiva, los dos líderes elogiaron el trabajo del Comité Organizador de Tokio 2020 y señalaron el gran progreso realizado en Japón para luchar contra covid-19”, expresó el COI en el comunicado.
Además indicó: “La propagación sin precedentes e impredecible del brote ha deteriorado la situación en el resto del mundo. Ayer, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la pandemia de COVID-19 se está ´acelerando´. Ahora hay más de 375,000 casos registrados en todo el mundo y en casi todos los países, y su número crece cada hora”.
“En las circunstancias actuales y con base en la información proporcionada hoy por la OMS, el Presidente del COI y el Primer Ministro de Japón han concluido que los Juegos de la XXXII Olimpiada en Tokio deben reprogramarse para una fecha posterior a 2020 pero no más tarde del verano de 2021 para salvaguardar la salud de los atletas, todos los involucrados en los Juegos Olímpicos y la comunidad internacional”, señaló.
El escrito culminó: “Los líderes acordaron que los Juegos Olímpicos de Tokio podrían ser un faro de esperanza para el mundo durante estos tiempos difíciles y que la llama olímpica podría convertirse en la luz al final del túnel en el que el mundo se encuentra actualmente. Por lo tanto, se acordó que la llama olímpica permanecerá en Japón. También se acordó que los Juegos mantendrán el nombre de Juegos Olímpicos y Paralímpicos Tokio 2020”.
A pesar de la pandemia del coronavirus, el COI pretendía que los Juegos Olímpicos se lleven a cabo, pero finalmente cedió luego que Australia y Canadá fueron los primeros países en anunciar que no mandarían a sus atletas a competir ante el temor al contagio por el coronavirus, mientras que Estados Unidos se sumó también a la petición de aplazar un año los Juegos.
En tanto, se supo que el aplazamiento de la competencia olímpica es una medida insólita porque solo dejó de celebrarse en los años 1916, 1940 y 1944 debido a las guerras mundiales que se produjeron en esas épocas.
Además se informó que que Japón invirtió 35.000 millones de euros en los Juegos Olímpicos, pero trascendió que el costo de una cancelación total ascendería, según los expertos, a 67.000 millones.