La CGT y la Unión Industrial (UIA) acordaron, con aval del Gobierno, un mecanismo de suspensiones para trabajadores de empresas en crisis por la cuarentena que dispondrá un piso salarial equivalente al 75% del neto a cambio de una garantía de estabilidad que regirá al menos hasta fin de mayo. El entendimiento se extenderá en lo inmediato al sector de comercio y será el piso de negociaciones para los eventuales licenciamientos derivados de la persistencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
El esquema fue ideado por las cúpulas de las principales entidades fabril y sindical para prevenir un quebranto masivo de compañías frente a la obligación de pago de los sueldos de abril. Según los decretos de necesidad y urgencia firmados por Alberto Fernández desde el arranque de la cuarentena, hasta ahora la única alternativa era pagarlos al 100% a no ser que existiera un convenio específico de cada gremio con su respectiva cámara empresaria. El acuerdo marco firmado ayer, denominado “norma concertada”, será revalidado por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, partícipes de la negociación.
El nuevo marco normativo reemplazará otras tratativas puntuales que habían arrancado días atrás en sectores golpeados por el parate económico como el metalúrgico, el automotriz y el mercantil. Es decir que si una actividad demuestra ante el Ejecutivo una afectación en su desarrollo podrá acceder de manera inmediata al sistema de licenciamientos con pagos de sueldos reducidos en 25%, y sólo en caso de pretender un recorte mayor deberá negociar mano a mano con su respectivo gremio.