Según el informe de la dependencia oficial, la Canasta Alimentaria, que mide la evolución de los precios de productos alimenticios necesarios para la subsistencia, y que marca el umbral por debajo del cual se cae en la línea de indigencia, acumuló una suba del 14,8 % en el primer cuatrimestre.
En tanto, la Canasta Total, que mide la necesidad de alimentos y bebidas, indumentaria y el pago de servicios, se incrementó 9,3 % entre enero y abril, debido a que las tarifas de los servicios públicos se encuentran congeladas desde principios de año.
La última medición del Indec, dada a conocer en marzo sobre datos del segundo semestre del 2019, registró que el 35,5% de los habitantes estaban por debajo de la línea de la pobreza, lo que representó un aumento de tres puntos y medio frente al 32% registrado de finales del 2018.
En tanto, el nivel de indigencia medido entre julio y diciembre del año pasado fue de 8%, con un incremento de 1,3 puntos en relación al 6,7% del segundo semestre de 2018.
De esta manera, sobre una población de 47 millones de habitantes, alrededor de 16,4 millones de personas no tuvieron los ingresos suficientes para adquirir la alimentación, servicios básicos e indumentaria, que se requieren para no ubicarse por debajo de la línea de pobreza.
A su vez, el director del Observatorio de Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, advirtió que el impacto económico de la paralización de actividades por la pandemia de coronavirus perjudica fundamentalmente a los sectores medios y bajos de la población.
“Estaremos en 45% de pobreza”, señaló Salvia en declaraciones a la prensa y agregó que el resultado es “obvio” a raíz del impacto que sufrió el país por el coronavirus, que obligó a medidas de aislamiento social, lo que generó un derrumbe en indicadores económicos.