Frente a la agudización de la inestabilidad, la actividad económica cayó un 4,9% interanual en octubre, cuando la baja de septiembre había sido del 3,5%. Al mismo tiempo, de acuerdo a datos de la consultora Orlando Ferreres, se desaceleró el sendero de recuperación mensual que se venía observando desde mayo, luego de haber tocado un histórico piso por la pandemia de Covid-19.
Caídas superiores a la media sufrieron sectores relevantes para la estructura productiva local, como el comercio y la industria manufacturera. En el primer caso, la baja respecto de octubre de 2019 fue del 8,8%, impulsada por una contracción del 11,5% en la rama minorista, que anotó su vigésimo novena merma consecutiva.
En el caso de la industria, la reducción interanual fue del 6,6%, traccionada por pérdidas del 9,8% en el rubro automotriz y del 11,2% en el alimenticio.
En el mismo sentido, la agricultura y la ganadería presentaron una caída del 7,2%, en un contexto en el cual las perspectivas climáticas a futuro no ayudan al sector. Según el informe, entre los productores agropecuarios se habla de la peor cosecha de trigo en cinco años.
Por su parte, la construcción exhibió una contracción del 5,9%, un dato alentador en comparación con las cifras de dos dígitos que se verificaron en los nueve meses anteriores.
Respecto de septiembre, la actividad económica mejoró un 0,5%, el número más bajo desde que comenzó el repunte tras la paralización casi total en abril. La industria sufrió una baja mensual del 0,8%.
De esta manera, a falta de dos meses, la economía acumula una caída del 8,9% en lo que va del año según el índice que construye Ferreres. Las reducciones más grandes las sufren el sector de la construcción (-24,2%), el de minas y canteras (-17,6%) y el comercio (-12,5%).
Cabe recordar que octubre estuvo atravesado por una gran volatilidad en materia cambiaria, con las brechas entre el tipo de cambio oficial y los paralelos llegando hasta el 150%.
De cara al futuro, la consultora sostuvo que “aún persisten las dudas sobre el rumbo económico que tomará el país, y aunque el Gobierno parece haber adoptado ciertas decisiones acertadas en relación a centralizar el manejo económico en el ministro Guzmán, en su negociación con el FMI y en el viraje a medidas algo más ortodoxas, aún no logra despejar la incertidumbre que prima respecto de la estabilidad macroeconómica”.