El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, se despidió de sus seguidores este viernes, en su último día hábil como jefe de estado. Entre lágrimas, el mandatario apuntó contra el futuro gobierno, repudió los actos de violencia registrados en los últimos días y no confirmó si acudirá a la asunción de su sucesor, Lula da Silva, en medio de los rumores sobre un viaje a Estados Unidos.
Acompañado por una intérprete, algo que se hizo costumbre desde que asumió en 2019, Bolsonaro ofició su último discurso como mandatario sin modificar su postura en relación a Lula, cuya victoria no reconoció públicamente a pesar de que sí autorizó formalmente la transición entre gobiernos.
Se trató de la primera vez que habló en público desde el balotaje del 30 de octubre. Tras la reñida derrota, Bolsonaro mantuvo un fuerte hermetismo y se recluyó en la residencia oficial en silencio durante dos días, mientras sus simpatizantes paralizaban las rutas de todo el país exigiendo la intervención de las Fuerzas Armadas.