Con la intención de evitar una escalada inflacionaria en el segundo semestre del año, el Gobierno nacional se reunió con los principales directivos de las refinadoras y productoras de crudo local para empezar a discutir una extensión del congelamiento de precios vigente hasta el 5 de julio próximo y un mecanismo de "compensación" para las empresas.#
La maniobra de Aranguren se produjo horas antes que la AFIP ponga en marcha la ley de reforma tributaria y habilite un incremento de los impuestos a los combustibles. Según pudo saber este medio, este viernes el organismo recaudador oficializará a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial una suba de 6,5% en el tributo que se cobra al despacho de naftas y gasoil.
El alza impositiva tendrá un impacto de hasta 1,45% en el valor de los surtidores, aunque según confiaron fuentes oficiales serán las petroleras las que definirán si lo aplican o no. El Acuerdo de Estabilidad de Precios firmado el 8 de mayo pasado entre el ministro, Shell, YPF y Axion lo permite.
"A los efectos de contribuir a la estabilización en el corto plazo de precios de la economía y en miras del interés económico general, los Refinadores se comprometen a no realizar modificaciones de los precios netos de impuestos actualmente vigentes de sus combustibles durante los primeros dos meses del acuerdo (mayo y junio 2018)", reza el Punto 3 del Acuerdo confidencial revelado por este medio.
Este apartado permite a las compañías trasladar el aumento de impuestos a las bocas de expendio, porque solo se comprometieron mantener el precio neto menos la variación de impuestos. "Sabían que en el segundo trimestre se tenía que ajustar porque así lo dice la ley", afirmó un analista con años de experiencia en el rubro.
La ley 27.430 establece una actualización trimestral del tributo en función de la inflación minorista a partir del primero de junio. La norma es explícita que se debe tomar los índices de enero, febrero y marzo, que marcaron 1,8%, 2,4% y 2,3%, respectivamente, y acumularon 6,5%.
"Los montos fijos consignados se actualizarán por trimestre calendario, sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que suministre el Instituto Nacional de Estadística y Censos, considerando las variaciones acumuladas de dicho índice desde el mes de enero de 2018, inclusive", indica el artículo 133, y fija en $ 6,726 el tributo a la nafta y en $ 4,148 para el gasoil, ambos por litro. En tanto, el artículo 139 asienta el impuesto al dióxido de carbono en un monto fijo por litro de $ 0,412 para la nafta y de $ 0,473 para el gasoil
La aplicación del ajuste tributario se conocía antes de la firma del Acuerdo. La disparada del Brent y la devaluación complicaron el panorama del Gobierno en la lucha contra la inflación y un atraso de casi 30% obligó a Aranguren a actuar. El titular de Energía evaluaba desde hace semanas una postergación del impuesto. Pero las necesidades de Hacienda para engrosar la recaudación fiscal y la postura inflexible de la AFIP para cumplir con la ley chocaron con sus intenciones.
Ante los rumores de una inminente actualización del exITC, la AFIP emitió un comunicado y sumó más presión a la situación. "Hasta esta reforma, el impuesto se calculaba en base a un porcentaje sobre el precio de venta de los combustibles. Con este cambio en la metodología de cálculo se evitó que el aumento en el precio de los combustibles sea mayor, dado que el impuesto no aumentó a la par del incremento registrado en los últimos meses en el valor final del producto", afirmó el organismo.
Fuentes del mercado no descartan que Aranguren ofrezca las compañías extender la vigencia del convenio, incluir a otros actores del sector, incorporar adendas o directamente redactar un nuevo documento ampliado. Testigos de la reunión aseguran que el ministro no pidió frenar el inminente aumento en los surtidores tras la decisión de AFIP, pero que la mayoría estaría de acuerdo en postergarlo.
Este medio reveló en las últimas horas el acuerdo original firmado con las petroleras y el ministro. Ese documento prevé un "compromiso" del Estado nacional con las empresas si no se logra trasladar el total del porcentaje de aumento atrasado a los surtidores. De piso ya se arrastra un 12%. La incertidumbre ronda en qué mecanismo de "compensación" se acordará.
En medio de la negociación, Aranguren recibió la renuncia indeclinable del subsecretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Energía y una noticia que provocarán nuevos dolores de cabeza: sindicalistas camioneros y petroleros paralizaron las operaciones y bloquean yacimientos neuquinos para rechazar el despido de 300 trabajadores de YPF.
Fuente: otrosambitos.com.ar