Desde la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana brindan talleres sobre los valores y comportamientos adecuados en la vía pública, destinados a chicas y chicos de entre 3 y 9 años de edad.
Además de la posibilidad de hacer amigos, practicar deportes y disfrutar de las instalaciones y de los espacios verdes, las colonias de verano de la Municipalidad de Rosario ofrecen a los más pequeños distintas alternativas recreativas y educativas. Entre las últimas, se destacan los talleres de educación vial llevados adelante por la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, con el objetivo que las niñas y los niños que participan adquieran desde temprano las nociones adecuadas sobre el tránsito urbano.#
Los talleres, a cargo de agentes de la Dirección de Tránsito junto a psicólogos y docentes de Educación Física, tienen lugar en 13 polideportivos municipales y clubes que prestan sus instalaciones para las colonias, durante los meses de enero y febrero. “Más de 1.100 niños, comprendiendo las edades de entre 3 y 9 años, participan de estas jornadas de formación, incorporando y reforzando de esta manera los conceptos básicos de la seguridad vial”, señaló el secretario de Control, Guillermo Turrín.
“La importancia del taller de educación vial reside en la posibilidad de conocer las normas y señales; en la incorporación de valores como el respeto, la responsabilidad, la convivencia, y en la adquisición de hábitos y comportamientos adecuados como pequeños peatones, pasajeros en diversos medios de transporte, y futuros conductores. Por ello, es clave que aprendan paulatinamente las normas de educación vial en todos los ámbitos”, sostuvo el funcionario.
Según explicó, los talleres se implementan a través de dos modalidades: el circuito con bicicletas en el que se revisa el uso del casco y los colores del semáforo, y los juegos educativos como recurso del aprendizaje de la educación vial.
También, en el marco de estos espacios, se programa una visita al parque infantil de educación vial, ubicado en la Dirección de Tránsito, donde los niños recorren la ciudad en miniatura con un taller explicativo sobre las señales de tránsito. Posteriormente, se desarrolla un juego con bicicletas y se asignan diferentes roles que niñas y niños deben cumplir (policías, inspectores de tránsito, doctores, entre otros), respetando las normas y pautas de convivencia.
“A pesar de que insistimos con que los padres y familiares, con su ejemplo cotidiano, deben ser los primeros y principales educadores viales, las escuelas y otros espacios son lugares perfectos para que los niños aprendan junto a otros compañeros de un modo dinámico y muy participativo, lo que hace el aprendizaje más efectivo aún”, aseguró Turrín.
Fuente: otrosambitos.com.ar