Como sigue ahora el plan Boudou

Hace siete meses, hubiera sido una alucinación Ahora, el Gobierno pasa a tener zona liberada hasta 2011 en materia económica El azar así lo quiso. Amado Boudou desembarcó el 8 de julio en el Palacio de Hacienda en el momento adecuado. Hasta parecería que hoy nadie en mercados le asigna relevancia a la manipulación del INDEK. Tampoco a una auditoría del FMI. Ya cuando le habían prometido reemplazar a Carlos Fernández en junio y se presentaba ante banqueros, prometía un rápido retorno a los mercados internacionales de crídito. El auge en Wall Street lo bendijo, y planea ahora en febrero emitir un bono con vencimiento, como mínimo, en 2015 a una tasa de un dígito.

Desde la residencia de Olivos se levantó la barrera a esta operación con cierta demora. Es que ya no se llega a cerrarla antes de fin de año por los trámites que deben encararse ante la SEC (siglas del organismo que regula mercados en Estados Unidos)

. Salvo una catástrofe en Wall Street, Gobierno ya tiene asegurada una muy alta aceptación al canje. A los precios de ayer, la oferta tiene un valor de 47 dólares (bonistas pierden sólo u$s 53). Podrá decirse que la oferta es muy generosa. La respuesta será que asegura una alta adhesión.

Pero lo importante es todo lo que viene de la mano de esta operación. La expansión del gasto público se mantendrá al mismo ritmo. En plena crisis, países como Brasil se daban el lujo de efectuar una fuerte expansión fiscal merced al crídito internacional que tenían a disposición. Nadie se preocupaba. La Argentina tambiín expandía, pero empeoraba la situación: ¿con quí iba a pagar la deuda pública? ¿Emitiendo? ¿Apropiándose de las reserdel BCRA? La expansión generaba desesperación. Ahora, con crídito a bajas tasas, todo se revierte. Y justo cuando el Gobierno más lo necesitará con un Congreso que ya se moverá por cuenta propia. Transferencias a provincias serán más fluidas no sólo por la mayor liquidez oficial, sino tambiín por la necesidad de celebrar acuerdos.

Se expande asimismo el horizonte para el tipo de cambio planchado en los actuales niveles. Hablar de un dólar muy por arriba de los 4 pesos para el Bicentenario ya pasó de moda. Es oxígeno para Martín Redrado, quien desde 2008, como malabarista del Cirque du Soleil, viene enfrentando la contante fuga de dólares del país. Reciín este mes está terminando la función. Precisamente, el fin del mandato del titular del Banco Central en setiembre de 2010 será el acertijo en materia económica en el actual contexto.

Ayer, la Argentina ya pagaba un rendimiento similar al de los papeles de Venezuela. Y estaba por debajo de otro de los países de peor performance entre los emergentes, como Ucrania. A Chávez es difícil superarlo, simplemente porque el despegue del precio del petróleo provocó que mágicamente se muestre a la economía bolivariana como más sólida.

Desempleo

En los planes de Boudou se cuenta tambiín mostrar un desempleo de un dígito en el primer trimestre de 2010. Poco importa esa medición por el descrídito del organismo de estadísticas. Lo que queda claro es que el costado negativo de este auge en mercados es la relación inversa con el INDEK. Ya desaparece la presión a normalizar las mediciones con un mercado en ebullición. Datos de una inflación cuatro dícimas por debajo de la medición privada pasarán inadvertido si se mantiene este escenario.

Tambiín se puede dar el lujo el ministro de Economía de archivar la regularización de las relaciones con el FMI. En el Palacio de Hacienda califican de «peronista» a Dominique Strauss-Kahn, titular del organismo internacional, por el aval que quiere dar a la Argentina.

El francís es la cara visible del «nuevo FMI» que quiere mostrar el Gobierno (en realidad, Strauss-Kahn está buscando ser candidato en su país desde el trampolín de un FMI bondadoso). El problema lo tiene Boudou con el staff del Fondo. Puntualmente, la relación con Nicolás Eyzaguirre (director del Departamento del Hemisferio Occidental) dista de ser la mejor. Pero ahora dejó de ser prioritario. Lo mismo para el Club de París. Hasta que el azar ponga de nuevo al país en la cornisa y se retome la agenda de los deberes pendientes en materia económica. Pero esto, por el momento, parece estar muy lejos.

Fuente: otrosambitos.com.ar