Aumento salarial y tributario van de la mano

¿De cuánto será el aumento salarial que les ofrecerá el gobierno a los empleados públicos?. “Todavía no hablamos de números”, se atajó el Gobernador Bonfatti al salir del cajero automático ubicado a un costado del hall central de Casa de Gobierno del cual terminaba de extraer dinero; respondiendo inmediatamente con un irónicamente contundente ¡“cincuenta por ciento”!, cuando en el mismo tono satírico le hicimos notar que su sueldo – y el de los funcionarios – está atado a las paritarias. Ya fuera de chanzas, el Gobernador insistió en que no se habló de cifras con los gremios ATE y UPCN, descubriendo un cambio de gesto con el 29% solicitado por la Festram (que pidió en la primera reunión paritaria un básico superior a los $ 3.800) y el 25% de los docentes.

Fin del circunstancialmente breve diálogo con el Gobernador que regresó a su despacho pensando seguramente en que un ofrecimiento del 22% (fraccionado) a los capitostes de ATE y UPCN podría ser un buen inicio de negociaciones. El porcentual de inflación del 2011 medido por el IPEC fue del 21,5% que por supuesto no será aceptado por los sindicatos que se preguntan si el gobierno tendrá la plata para pagar cualquier aumento en lo inmediato; aunque el propio Ministro de Gobierno Galassi, admitiendo dificultades de caja, aseguró que lo que se firme será lo que se pueda pagar.

Mientras tanto, en la Cámara de Senadores ya se palpita – como un clásico deportivo – el inminente envío por parte del Poder Ejecutivo de una nueva reforma tributaria, que el propio gobierno viene anunciando cada vez de manera menos elíptica. Seguramente comenzará por ajustes en el inmobiliario rural y urbano (cuya mitad va a parar a municipios y comunas) y cobro del Impuesto sobre los Ingresos Brutos a la industria y la actividad agropecuaria hoy exentas, tomando como base (dentro de la “armonización tributaria” conversada con De la Sota) que la Provincia de Córdoba les cobra a sus industrias por encima de los 20 millones de pesos de facturación. Mientras en Santa Fe la construcción está eximida del pago de IB, Córdoba (que en los últimos cuatro años aumentó tres veces los tributos, mientras Santa Fe no lo hizo) les cobra el 2,5%.

Días pasados con motivo de la reunión de intendentes y presidentes de comunas para definir los miembros paritarios, en una mesa de cafí a varios jefes comunales se les ocurrió sugerirle al gobierno que vaya pensando en cobrarle una pequeña cuota (0,5% por ejemplo) de patente a tractores, cosechadoras y otros implementos hoy exentos. “Al fin y al cabo”, justificaban, se paga patente por una camioneta de 40 mil dólares y no por un tractor de 60 mil dólares o una cosechadora de 250 mil dólares”.

Para ir mentalizando a los futuros contribuyentes sujetos al pago o incremento de IB, el 23 de enero Antonio Bonfatti dispuso un incremento en la alícuota básica en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos del 3,5 al 3,8 por ciento para las empresas que el año pasado facturaron más de 30 y hasta 40 millones de pesos –o sea unos 2,5 a 3,3 millones por mes de facturación –, y al 4,2 por ciento para aquellas firmas que facturaron más de 40 millones en todo 2011 alcanzando unos 400 grandes contribuyentes que le dejarían al fisco un ingreso adicional de unos 250 millones de pesos; argumento negado por la Asociación Empresaria de Rosario que salió a decir que los alcanzados por el aumento “son pequeñas y medianas empresas en su totalidad”.

Incremento que la Presidenta de la Comisión de “Presupuesto y Hacienda” de la cámara de diputados Marcela Aeberhard consideró “fuera de las normativas que regulan las políticas impositivas”, aunque desde el oficialismo se guarecen en una norma implementada por el Dr. Juan C. Mercier cuando era Ministro de Carlos Reutemann dentro del marco de la Emergencia Económica, y que la oposición refuta argumentado que era por una sola y excepcional vez. “Si nosotros hubiíramos hecho el 10% de las barbaridades que hace el socialismo estaríamos presos”, bramaba ofendido un ascendente obeidista.

Fuente: otrosambitos.com.ar