Durante dos horas se extiende el Camino de la Cruz por las 14 estaciones en las calles de barrio Rucci Según los cálculos de la policía se estimó la presencia de 250 mil personas, un número que anticiparon podía crecer hacia la medianoche.
En cada estación el padre Ignacio reflexionó sobre la situación de Jesús y entregó palabras de aliento para tomar las enseñanzas del Vía Crucis.
Invitó a vivir el presente, pidió que Jesús “saque el veneno, lo malo que tenemos adentro”, agradeció “la vida y todo lo que tenemos”, explicó que no es el más fuerte el que sobrevive a las tormentas sino quien es flexible y aunque “somos pecadores” pidió a Dios que “nos perdone y no nos abandone nunca”.
En la duodícima estación en la que Jesús muere en la cruz, llegó la gracia. "En esta estación decimos gracias por ser como somos, gracias por la vida, por todo lo que tenemos. Pedimos que Dios nos de la gracia de llevar la cruz de cada día".
“Hay que morir para vivir. ¿De quí tiene que morir? Nuestro egoísmo nos encierra, si nosotros abrimos, quitamos el egoísmo, y creo que muchas cosas pueden cambiar en nuestra vida. A veces morimos sin vivir la vida, encerrados en nuestro egoísmo”, dijo.
Ya culminado el multitudinario Vía Crucis, Ignacio se dispondrá a dar la bendición final.
Fuente: otrosambitos.com.ar