El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, estuvo en Buenos Aires y disertó ante empresarios, directores y gerentes de empresas. En su discruso, cuestionó el control cambiario que rige en Argentina, defendió una mayor apertura comercial, la producción de yacimientos no convencionales de hidrocarburos y pidió un Mercosur más integrado. El exmandatario tampoco ahorró críticas a grupos ambientalistas, a los medios de comunicación y los servicios de inteligencia de Estados Unidos por los casos de espionaje.
Sarkozy llegó invitado por el Grupo RHUO, flamante dueño de OCA y especialista en servicios de Recursos Humanos, que ya había traído al país a otras personalidades de renombre, como el entrenador de fútbol Pep Guardiola o el expresidente de Colombia Álvaro Uribe. El encuentro se llevó a cabo en el auditorio de la Usina del Arte, en La Boca, espacio cedido por el gobierno porteño. La agenda de quien fuera el mandatario de Francia entre 2007 y 2012 tuvo un tono corporativo: desayunó con directores de RRHH y almorzó con CEOs de firmas locales.
"No quiero meterme en política, pero creo que el control de cambio no es la respuesta a todo", lanzó Sarkozy, y agregó: "Nunca fui partidario de que haya que replegarse en fronteras imaginarias". Antes había dicho que no hay que engañarse "con diques de papel". De todas formas, para el expresidente lo importante es "el modelo social, económico, la educación, conservar empleos y compartir estrategias con los vecinos que tiene una misma cultura". "La discusión monetaria viene despuís", señaló.
Tambiín sostuvo que hace falta que el Mercosur tenga mayor integración, que "haya una única voz y funcione como un bloque". Y manifestó que sin la Unión Europea, Francia o Alemania podrían "haber desaparecido del mapa". "Por eso hay que preguntarse si alcanza con el Mercosur. Yo creo que no", sentenció el líder galo.
Asimismo, abogó por una mayor apertura comercial. "Se parte de una paradoja: más se abre el mundo, más se globaliza, más se quiere mantener la identidad. Porque ante más apertura, más queremos tener los pies en nuestra raíces. Pero Argentina será fiel a su cultura abriíndose al mundo, tiene que jugar con esa paradoja", subrayó Sarkozy.
• No convencionales
En otro apartado, Sarkozy se metió de lleno en la discusión por los yacimientos no convencionales de hidrocarburos, que en el caso de la Argentina se manifiesta con el debate sobre la explotación de shale gas en la formación Vaca Muerta, en la cuenca neuquina. Al respecto, el exmandatario dijo: "No habrá futuro en Argentina sin energía abundante y barata. Sin ella, habrá pobreza y desempleo, que destruye al medioambiente más que el desarrollo de los reservorios no convencionales". En este sentido, apuntó contra los movimientos ecologistas: "Ven al progreso como un problema antes que como un beneficio". "Toda economía necesita energía. No hay crecimiento sin energía. Y sin crecimiento no hay empleo", reflexionó. Y recordó que otros "avances" como "el tren, la imprenta y las vacunas" tambiín tuvieron sus detractores.
Ante una consulta sobre el espionaje internacional, Nicolas Sarkozy fue contundente: "Los secretos de Estado ya no existen. Todo se sabe, todo se dice. Si alguien quiere que algo no se sepa, entonces que ni lo piense. El espionaje es plata tirada, es ridículo", y, en tono sarcástico, ironizó sobre las actividades de la CIA: "Que escuchen lo que Angela Merkel le dice a su marido o lo que compra en el supermercado es una pírdida de tiempo". Sobre este punto, atacó al "falso debate entre libertad y seguridad".
Tambiín cuestionó a los medios de comunicación, al afirmar que las líneas editoriales siempre "tratan de denunciar y destruir y no explican nada". "Hay que dejar que quien tiene responsabilidades en un país o en una empresa tome decisiones. Hay que dejar que hagan. Hoy parece que la confianza está siempre cuestionada, y estamos ante el final del rollo del sistema democrático. Hay valores como tiempo, sentido común y reflexión que debemos retomar", manifestó.
Fuente: otrosambitos.com.ar