El efecto combinado de la devaluación y de la ley que modificó los impuestos internos a los objetos suntuarios, que provocaron una disparada de los precios de los 0 km, se está haciendo sentir en el mercado El segmento de importados pasó de ser el más beneficiado en 2013 (esos autos se pagaban en pesos a dólar oficial) a ser el más golpeado, ya que en algunos casos el tributo impacta sobre la totalidad de su oferta de productos.
Tras el nuevo tributo, los 0 km de alta gama en la Argentina se convirtieron en los más caros de la región, con una carga impositiva del 68 por ciento. Así se desprende de una comparación de precio de un vehículo de alta gama entre el mercado argentino y países de la región como Uruguay, Colombia, Perú, Chile, Brasil, Ecuador y Míxico.
Por ejemplo, el Audi A4 1.8 Multitronic en Argentina cuesta 97 mil dólares, según la última lista de precios de la automotriz alemana. De ese total, unos 31 mil dólares corresponden a los costos de fabricación del producto en origen y los 66 mil dólares restantes están compuestos por distintos impuestos.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, analiza por estas horas exigirles a las automotrices que retrotraigan los precios a los que regían antes de la devaluación del peso. La duda que inquieta a las terminales es si existe la posibilidad de que el Gobierno modifique el mecanismo.
"El haber hablado sobre posibles modificaciones ha paralizado totalmente la venta ya que nadie quiere pagar por algo que quizás no deba hacerlo luego de los supuestos cambios", admitió un alto ejecutivo de una automotriz radicada en el país.
Durante la apertura del año parlamentario y ante la Asamblea Legislativa, fue la propia Cristina Kirchner quien admitió: "Si tenemos que corregir algo, lo vamos a corregir", en referencia al impuesto. Sin embargo, aseguró que "lo único que afectó al sector" fue la caída de las exportaciones.
La norma que aumentó la alícuota estableció subas diferenciales: los rodados que tienen un valor de entre 170.000 y 210.000 pesos pagan una tasa de un 30 por ciento; si su costo es mayor de esos montos, abonan la tasa del 50 por ciento.
El crecimiento que tuvo la carga tributaria, no solo en los vehículos, a lo largo de la última dícada posicionó a la Argentina entre aquellos países con las tasas más elevadas, superando a Brasil, España y el Reino Unido, entre otros.
El director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz, explicó en diálogo con Infobae que el país tiene la octava presión tributaria más alta del mundo por debajo de Dinamarca (48%), Francia (44%), Suecia (44%), Italia (43%), Finlandia (43%), Noruega (43%) y Alemania (37%).
Más allá de las discusiones, el impacto del impuestazo a los autos de alta gama, que generó a partir de comienzo de año un fuerte aumento en el precio de ese segmento, principalmente importados, de entre 80% y 100%, se sintió con claridad en la demanda durante el primer bimestre.
Durante enero y febrero los 0 km del segmento premium (tambiín otros segmentos menores) tuvieron un derrumbe en los patentamientos de más del 60 por ciento. Incluso, desde ACARA (Asociación de Concesionarios) ya advirtieron que marzo marcará un punto de inflexión, dado que será a partir de este mes cuando se note con más fuerza el impacto.
Las proyecciones de los empresarios del sector hablan para 2014 de un mercado de entre 750.000 y 850.000 unidades (entre importados y nacionales) contra los 950.000 vehículos en 2013.
Fuente: otrosambitos.com.ar