El ministro de Economía, Axel Kicillof, recordó que el país no tiene acuerdo alguno con el Fondo Monetario Internacional y por lo tanto no está sujeto a ningún tipo de condicionamiento en materia económica Además, destacó que durante la reciente reunión conjunta de ese organismo y el Banco Mundial realizada en Washington, la Argentina mantuvo una postura crítica respecto a las políticas recomendadas por el FMI ante la crisis económica internacional.
En conferencia de prensa, el titular del Palacio de Hacienda sostuvo que "hoy tenemos una relación distinta porque el FMI no es acreedor de la Argentina. Asistimos porque somos miembros y lo hicimos en un marco de discusión sobre la economía mundial y nosotros dimos nuestro punto de vista crítico", minimizando de esta manera su presencia en la Asamblea.
En las distintas participaciones que tuvo tanto en el G20, G24 como en las reuniones plenarias del organismo advirtió que "los fondos buitre pretenden poner en riesgo toda la reestructuración" de la deuda argentina y remarcó que otros países deudores están pidiendo que el FMI tome una posición sobre las renegociaciones de deuda. Precisó que países miembros del organismo, "están reclamando opiniones fuertes sobre los procesos de reestructuración" de deudas soberanas de parte del FMI.
El ministro recordó que luego del "default de 2001, que no fue producido por este Gobierno", la Argentina "llevó adelante a una reestructuración exitosa" con el 93% de aceptación, pero "los fondos buitre pretenden poner en riesgo toda la reestructuración".
Por este motivo, países que tiene una relación mayor que la Argentina entre deuda y PBI, "están reclamando que el FMI, las instituciones mundiales se pongan a dar opiniones fuertes en torno a los procesos" de reestructuración de deuda soberana.
Al respecto, recordó que cuando la Argentina entró en default, la relación entre la deuda y su producto bruto interno era del 165% y que actualmente es del 45%, mientras que "el promedio de la relación deuda/PBI de los países desarrollados es del 117% y que el de la Unión Europea es del 107%".
Peor aún, remarcó que esa relación alcanza al 130 % en promedio entre Portugal, Grecia y España, que en Japón asciende al 243% y que en Italia al 132%, y que "esto sigue siendo un riesgo", por lo que los países le están reclamando al FMI opiniones fuertes contra el accionar de los fondos buitre.
En lo que constituyó una defensa de una política fiscal expansiva y respondiendo a quienes recomiendan políticas de ajuste, el titular del Palacio de Hacienda resaltó que Argentina tiene una relación díficit fiscal/PBI inferior al resto de los países que "representa el 2,4%".
Kicillof luego enumeró que las naciones más desarrolladas del mundo agrupadas en el G7 cuentan con un díficit de 6,1% en relación al PBI; Portugal 8%; Japón 6,7%; España 4,7% y EEUU 8,1% entre otros.
En otro orden, Kicillof, aseguró que "no es necesario" que el país cumpla con la revisión anual del Fondo Monetario Internacional (artículo IV del estatuto del FMI), porque la Argentina "no le debe un centavo" a ese organismo.
Si bien, admitió que el FMI "prefiere que exista" una revisión de cuentas del país, el titular del Palacio de Hacienda precisó que "el artículo IV tiene un peso central en países que están en un programa de reestructuración del Fondo y en la aplicación de un paquete de medidas como la de los ’90, que se supervisaba la economía, hoy ísta no es la situación del país: no es tema de trabajo con el FMI y no hay una necesidad objetiva".
El funcionario dejó en claro que asistió a la asamblea porque la Argentina es "miembro" del FMI, pero remarcó que "nos emancipamos de la relación financiera" del pasado, tras saldar la deuda con la entidad.
Cabe recordar que Miguel Savastano, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, precisó el viernes pasado, en conferencia de prensa, que la revisión del artículo IV es voluntaria no es obligación de un país someterse a ella, aunque aclaró que son muy pocos países que no permiten que se lleve a cabo este informe.
Kicillof calificó como un "acto completamente ordinario" su participación en la asamblea del FMI y el Banco Mundial, y sostuvo que "no hay resultados extraordinarios" porque la Argentina no fue a buscar "nada" en particular.
El titular del Palacio de Hacienda comentó, asimismo, que durante su estadía en Washington se reunió con empresas y bancos estadounidenses que operan en la Argentina, y que son tenedores de títulos de deuda argentina reestructurada.
En ese sentido, señaló que "hemos hablado de la situación de la Argentina y de sus perspectivas" y mencionó que "muchas empresas norteamericanas que tienen filiales en el país nos dijeron que en estos últimos 10 años tuvieron un desempeño muy bueno y en algunos casos excelente, y que han sufrido menos los efectos de la crisis mundial que en sus países de origen, en base a las políticas" que aplicó el Gobierno.
Esas empresas representan aproximadamente 50 mil empleados, precisó el ministro, y destacó que "nosotros les hemos manifestado nuestro compromiso con los objetivos centrales de este Gobierno: la producción, empleo, la inclusión social, la disminución de la desigualdad, que son provechosos para las empresas que operan en el país y que hizo que en estos 10 años casi se duplicara el PBI argentino".
En relación a la situación internacional, Kicillof advirtió sobre la presión" que puede poner el retiro de estímulos en las naciones desarrolladas, que obligará a los emergentes a elevar tasas de interís y aplicar restricciones monetarias "para competir con los flujos financieros internacionales, y no sufrir corridas que afectan su tipo de cambio y su posición financiera general".
El ministro alertó que "si el díbil crecimiento de la economía mundial es interpretado como una salida de la crisis internacional y EEUU retira sus planes de estímulo podría haber turbulencias financieras y cambiarias en los países emergentes". Y señaló el peligro de que las políticas de los países centrales induzcan a una "mayor pobreza y desigualdad en el mundo".
Kicillof evaluó que "la crisis (internacional) sigue su curso y las perspectivas para el año que viene tampoco son muy prometedoras", ya que si EEUU retira los programas de estímulo, "habrá más pobreza y más desigualdad para el futuro", sobre todo "en algunos países de la Unión Europea en donde la cuestión social todavía es muy delicada", concluyó.
Fuente: otrosambitos.com.ar