En lo que va de 2014 se tramitaron en la zona de Rosario y el sur provincial 28 procedimientos preventivos de crisis (PPC). Según datos del Ministerio de Trabajo de la provincia, el año pasado cerró con 47 trámites y, pese al crecimiento de la conflictividad y la retracción económica, si bien se registró un leve crecimiento en 2014, no se materializó hasta ahora un incremento preocupante de trámites efectivamente en desarrollo. Tampoco habrían aumentado los pedidos de Repro (subsidios al empleo).
El procedimiento de crisis es un instrumento administrativo, reglamentado fundamentalmente en la ley nacional de empleo 24.013. Su función es evitar o retrasar los despidos, suspensiones y otras acciones, mediante una serie de medidas ejecutadas desde el Ministerio de Trabajo, que evalúa si es procedente dicho pedido y oficia de mediador entre las partes. “Normalmente es un procedimiento iniciado por la empresa, durante la duración del cual ísta no puede adoptar las medidas con las que amenaza y el gremio tampoco puede realizar medidas de fuerza”, explicó el director de relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo de Santa Fe, Mario Gaggioli.
Si bien los datos oficiales son magros en materia de profundidad y sistematización, se percibe que la situación no se equipara con la que se dio en la crisis de 2008/2009. Según los números proporcionados por el Ministerio, en estos cinco meses del año se tramitaron 28 procedimientos, dentro de los cuales se resolvieron 186 suspensiones y 77 reducciones horarias. Sobre estos ítems no hay datos en 2013, cuando sí se informa que existieron 32 desvinculaciones acordadas y 52 despidos.
En tanto, respecto a los puestos de trabajo afectados de algún modo por una situación crítica de la empresa, en 2014 se contabilizan 656 en Rosario y el sur provincial, mientras que en todo el año pasado se vieron afectados 2.938.
Sectores más afectados. Lo que se mantiene en ambos años es que la actividad que encabeza el “ranking” de las más conflictivas, es la construcción (con 970 obreros afectados el año anterior y 295 en íste). Pero en 2014 tomó protagonismo la actividad frigorífica sobre la gastronómica, por la crisis manifestada en los primeros meses del año. Cabe señalar que hubo firmas del sector en estado crítico que no pidieron PPC, pero su situación afectó a cientos de trabajadores no contabilizados en el guarismo. Algo similar sucede hoy con la crisis del sector automotriz, cuyas principales firmas no se inscriben en este trámite.
La última crisis. Durante la crisis 2008/09, la comisión multisectorial para la defensa del empleo informaba que, entre octubre de 2008 y mayo de 2009, hubo en la provincia 501 empresas con PPC y 38.872 trabajadores afectados.
De febrero a mayo de 2009, unas 143 empresas pidieron este procedimiento, viíndose implicados 10.940 puestos. Por entonces, las actividades más golpeadas fueron la manufacturera, (71% de los expedientes, con 9.745 empleados) y el comercio (8,3%, con 1130 trabajadores).
María Bellucia, directora de la Regional Rosario del Ministerio de Trabajo de Santa Fe, apuntó que “quizás hay varios pedidos de procedimientos, pero no de aperturas; respecto de los que se les ha dado curso, estamos en un mismo nivel comparando con el año pasado”, evaluó la funcionaria.
“Si se toma el panorama, podemos ver una situación de conflictividad, en otras provincias sí se habla de suspensiones y despidos, acá no tuvimos desvinculaciones masivas”, ponderó Gaggioli, quien sí informó que hubo “consultas y audiencias, que se van llevando y superando las crisis”. Aseguró que en materia de situaciones de conflicto laboral que llegan a la cartera “no se visualiza una situación crítica, aunque estamos a la expectativa”.
Ajuste y conflictividad. En materia general y abordando sólo el empleo registrado en la provincia, según datos oficiales, comparando el último trimestre de 2013 con el de 2012, hubo un incremento de 0,8%, creándose 3.767 nuevos puestos laborales formales. En el Gran Rosario, el crecimiento fue menor: 0,37% de incremento, con 898 nuevos trabajadores inscriptos.
Por su parte, el segmento de asalariados sin descuento jubilatorio para el cuarto trimestre de 2013, se incrementó respecto del mismo trimestre del año previo en el Gran Rosario 3,9 puntos porcentuales, creciendo de un nivel del 31,1% al 35%. La informalidad laboral a nivel nacional, alcanzó al 33,5% de la población asalariada. “De esta manera, parece apreciarse que la creación de empleo, en particular en el Gran Rosario, se concentra en empleos informales”, define el estudio del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec).
Desde el Observatorio del Derecho Social, Julia Campos, consideró que los trabajadores sufren de un doble disciplinamiento: el que surge de ganar menos en tírminos reales y el que surge del temor a perder el empleo. “La caída del salario real se suma entonces a la recesión impactando sobre el consumo interno, base del precario desarrollo industrial argentino. La situación de despidos masivos se complica al generarse en un contexto de estancamiento en la generación de empleo que, desde 2007, en el sector privado se encuentra prácticamente detenida”.
El último informe del ODS concluyó además que aumentó significativamente la conflictividad referida a la crisis. En el primer trimestre de 2014, el 32% del total relevado (318 conflictos) manifestó al menos una situación vinculada a este motivo. Eso es, los trabajadores han desarrollado en estos últimos meses medidas de lucha defensivas de sus puestos de trabajo. Este tipo de disputas se desarrolló principalmente en el sector privado y a nivel de las empresas, que registraron casi el 90% de los conflictos por situaciones de crisis.
“Las deudas salariales, seguidas por despidos masivos lideraron las demandas por situaciones de crisis. Este escenario se extendió en ocho provincias de todas las regiones”, afirmó el estudio.
En este sentido, cabe un breve análisis sobre cómo se acomoda el tablero en tiempos de vacas flacas. “Las crisis generalmente suelen darse cíclicamente, y las eventuales y puntuales crisis de una empresa, constantemente. Es frecuente que ante alguna de estas dos situaciones, desde las patronales se plantee la rebaja salarial, pagar un precio inferior por la fuerza de trabajo. En cualquier caso, sea ante crisis generales, puntuales o ante diferencias en la rentabilidad debido al tamaño de la empresa, el eje se pone siempre en el salario”, aseguró Matías Cremonte, director del equipo jurídico de ATE nacional y asesor legal de la Federación Aceitera. De este modo, para el abogado, se deja fuera de debate un elemento central: la tasa de ganancia empresaria.
En un fallo ejemplar, “Asociación Trabajadores del Estado- ATE s/ acción de inconstitucionalidad”, cuya lectura es ampliamente recomendable, la Corte Suprema de Justicia sentó posición sobre las rebajas salariales en el marco de las crisis económicas. “Las llamadas medidas de ajuste derivadas de las crisis económicas y una grave escasez de recursos, hacen que los esfuerzos de las autoridades por proteger los derechos económicos, sociales y culturales adquieran una urgencia mayor, no menor”, señaló el tribunal.
Apuntó que “la protección de las capas vulnerables de la población es el objetivo básico del ajuste económico”. De modo que “todo equilibrio entre las reformas económicas y la protección de los derechos humanos, obliga a proteger en particular a los grupos más vulnerables”.
La Corte hace suyo un documento de la OIT, y se cuestiona: “¿Quí capas de la sociedad deberán soportar el costo de la crisis, y cómo se puede proteger mejor y dar más autonomía a los más vulnerables?”. Y se responde: “No puede ser que ese peso recaiga en las familias trabajadoras”.
Fuente: otrosambitos.com.ar