Miguel Boggiano: “Hay bajísimas chances de acordar, vamos a entrar en default”.

El economista Miguel Boggiano explicó en Otros Ámbitos (Del Plata Rosario 93.5) que hay muy altas chances de ganar un 30% (al menos) haciendo short selling en la bolsa de los EEUU. Y si: esta ganancia se podría concretar muy velozmente.

Empiezo por lo más importante: no hay certezas en ninguna de mis afirmaciones. Son sólo aseveraciones probabilísticas. Ni yo ni nadie les puede garantizar un retorno (tampoco se los pueden garantizar los bonos… pero esa es otra historia…)

La bolsa de los Estados Unidos está hoy más cara que en febrero. ¿Por qué? Porque las valuaciones hay que analizarlas en relación con las ganancias. El índice S&P500 cayó un 15% desde el máximo del 19 de febrero, pero las ganancias de este año caerán mucho más que un 15%. Conclusión, la bolsa hoy está todavía más cara que en febrero. Delirioreloaded ya que sólo en el último mes, en EEUU se perdieron 20 millones de puestos de trabajo por culpa de la pandemia (y no van a volver en una recuperación “en V” – más sobre esto después).

¿Qué es el short selling o venta corta?

Normalmente uno compra una acción porque cree que está barata y la podrá vender a un precio mayor en el futuro. Pero se puede hacer también lo inverso:

Si uno cree que una acción está cara, la puede vender hoy con el objetivo de recomprarla más barata a un precio menor en el futuro.

¿Cómo alguien puede vender algo que no tiene? Para hacer esto, debemos tomar acciones prestadas y pagar un interés por este préstamo (4%-5% anual). Tomamos las acciones prestadas y las vendemos. Luego, en el futuro, las recompramos (si todo salió como planeado, a un precio más bajo) y las devolvemos. Fin de la operación.

Lo importante es entender que este es un mecanismo totalmente natural en el mercado bursátil de EEUU. No es necesario “conseguir” que nos presten las acciones sino que el préstamo se obtiene en forma automática.

El cambio de humor del mercado

Desde el punto de vista psiquiátrico, los cambios en el estado de ánimo del mercado son propios de un maníaco depresivo.

En el mes de marzo, la incertidumbre y la imposibilidad de medir las consecuencias de la pandemia llevaron a una violenta caída en tiempo récord.

De la misma manera, una colosal inyección de liquidez por parte de la Reserva Federal, reflotó al estado de ánimo, como si eso fuera a recrear todo el consumo que la economía va a perder. Con todo lo sucedido, es sorprendente saber que el índice Nasdaq100 está en positivo en lo que va del año.

Pero los números son inapelables. Un ejemplo muy concreto es que Expedía, el sitio de venta online de pasajes aéreos, reducirá la publicidad online para este año de u$s5.000 M a u$s1.000 M.

Es ridículo pensar que si la economía sufre, empresas como Google o Facebook podrán seguir vendiendo publicidad online como si nada sucediera. Ejemplos como estos se multiplican por cientos. Y claramente, creer que compañías como Netflix o Amazon no se verán afectadas por la pandemia, marca un pico absoluto de locura y euforia. Creer que compañías como Netflix o Amazon no se verán afectadas por la pandemia marca un pico absoluto de locura y euforia.

Hasta el momento el S&P500 viene acumulando una recuperación del 28% desde el mínimo del 23 de marzo. Y al momento, esto es absolutamente consistente con lo que ha sucedido en el pasado.

¿Por qué habríamos de esperar una recuperación “en V”? ¿Hay algo que nos haga pensar que cuando todo esto termine, la economía podrá recuperarse rápidamente?

Para esto tendríamos que encontrar, de manera inmediata, algún tratamiento que pueda ser administrado a una escala masiva y que permita realizar una vida normal hasta que esté disponible una vacuna (que en el mejor de los casos tardará 12 meses). La droga Remdesivir parece tener resultados positivos… pero, ¿apostarían su vida a esa droga? Probablemente por ahora no. Lo que marca que la recuperación será lenta.

Para una recuperación “en V”, es decir casi inmediata, necesitaríamos una recuperación del consumo “en V”. Y eso no parece que vaya a pasar:

En este contexto, se podrá permitir que la economía funcione. Pero, en estas condiciones nadie querrá ir a un bar, restaurante, cine, teatro o evento deportivo.. ¿Pueden estas actividades ser rentables con un 25% de su público habitual?

Pero hay más. En estas circunstancias de crisis, ¿cuánto querrá realmente la gente gastar? E incluso luego de este parate, ¿volverán las empresas a trabajar con la cantidad de gente que tenían antes o se las habrán ingeniado para funcionar con menos? ¿ necesitarán alquilar el mismo espacio en oficinas? Es imposible que esto no tenga un impacto fuerte y persistente en el consumo.

En conclusión, el mercado recuperó como lo ha hecho en el pasado, confirmando una vez más que sufre de violentos cambios en su humor. Hace un mes estaba sumido en la mayor de las depresiones y hoy cree que todo volverá mágicamente a la normalidad en los próximos tres meses.

¿Qué hacer? Algunas ideas

  • No tener acciones de los EEUU (ni de ningún otro país del mundo, ya que se mueven todas al unísono).
  • Una manera “simple” de operar esta caída es comprando el ETF inverso del S&P500, cuyo símbolo es SH.
  • Pero definitivamente hay una manera de sacarle mucho más jugo a la caída: implementando estrategias de tendencias en las empresas que en el pasado reciente subieron de modo irracional, nunca llegaron a ganar dinero y ahora tendrán serias dificultades para conseguir financiamiento. ¿Ejemplo? Para deleite de los taxistas, Uber.

Para terminar, si quieren aprender a tomar mejores decisiones de inversión, les recomiendo que se descarguen sin cargo una muy breve Guía Práctica de Inversiones, que contiene tres consejos prácticos que los van ayudar en estos momentos tan difíciles. Pueden descargarla en el siguiente link: Carta Financiera en medios – Guía Práctica de Inversiones.