Vuelven los jardines de infantes, en burbujas y con estrictos protocolos.

En burbujas de entre seis y diez chicos que ingresarán y se retirarán juntos, con muchas actividades al aire libre y turnos para usar los patios. Así será el regreso de los niños y niñas a los jardines de infantes que el próximo martes volverán a abrir sus puertas después de ocho meses sin actividades. Por estos días, las maestras están citando a las familias de los pequeños para explicarles cómo serán los protocolos para evitar riesgos de contagios de Covid-19. Estiman que el 70 por ciento de los jardines volverán a abrir sus puertas en diciembre.

La vuelta a clases, después de un año marcado por la pandemia de coronavirus, involucrará algunos cambios. Por ejemplo, la realización de períodos de adaptación que en la mayoría de los jardines será de acuerdo a la necesidad de cada niño o niña, o el cambio de los horarios de ingreso y egreso, que se realizarán por turnos, en grupos reducidos, para respetar las burbujas sanitarias.

Antes de ingresar al jardín, todos se higienizarán los zapatos y las manos y se les controlará la temperatura. El uso de barbijos o máscaras no será obligatorio para los niños, sí para los maestros. Los patios y espacios comunes se utilizarán en forma alternada por grupos y las meriendas serán individuales y provistas por las familias.

En los jardines que abrirán el martes, los maestros ya comenzaron las entrevistas con los referentes de los niños y niñas para ponerlos al tanto de los nuevos protocolos de funcionamiento y el acondicionamiento de los espacios comunes.

“Lo primero que hicimos fue sacar de circulación todos los juguetes de tela y de cartón, los embolsamos y los guardamos. Dejamos en cambio todos los que se pueden rociar con alcohol y limpiar cómodamente. Y también los dividimos por sala, para que cada burbuja tenga también sus juguetes”, repasa Mayra Williams, responsable de Peques y Peques Garden, del barrio Lomas de Alberdi.

Según confía, la reapertura permitirá “habilitar un espacio para los chicos que tanto lo necesitan y aprovechar la experiencia para que los docentes nos acomodemos a esta nueva modalidad”. En los últimos meses, los docentes empezaron a reunirse para evaluar el protocolo y también empezaron a dar clases por Zoom desde el jardín, para que los chicos conozcan ese espacio, también incluyeron el uso del barbijo para que cuando se encuentren con las maestras no se sorprendan al verlas con el tapabocas.

Preparativos

Esta semana arrancaron también recibiendo a los niños y niñas para que visiten el jardín junto a sus familias. “La mayoría de los chicos vienen muy entusiasmados, algunos buscan el abrazo, otros nos saludan con el codo y nos ofrecen las manos para que les pongamos alcohol. Toman todo con mucha naturalidad”, señala.

Los jardines de infantes y maternales ingresaron entre las actividades incluidas en el último cronograma de aperturas progresivas, determinado por el gobierno provincial, hasta el 16 de diciembre.

No obstante, aún resta la firma del decreto específico que habilita la actividad. Desde la asociación de jardines estiman que esa formalidad se cumplimentará en breve. Al menos eso es lo que les confirmaron en las últimas reuniones que mantuvieron con autoridades de la provincia y el municipio.

“Está la intención de todos de que el 1º de diciembre volvamos a abrir”, aseguran mientras ajustan los últimos detalles para volver a recibir a los pequeños.

El golpe que asestó la pandemia

Marcia Di Santo es dueña de dos jardines de infantes de La Florida, Pakalola y Pakalola río, y referente de la Asociación Jardines Particulares de Rosario (AJPR) y advierte sobre el efecto que dejó la pandemia en el sector.

De 214 jardines habilitados en la ciudad, ocho cerraron sus puertas por no poder pagar alquileres, servicios y salarios. Si bien recibieron subsidios, muchos no alcanzaron a compensar la caída de ingresos que significaban las cuotas que dejaron de abonar las familias de los alumnos.

La posibilidad de apertura en verano tampoco será una panacea. “Será complicado subsistir. Podemos trabajar manteniendo la mitad de la matrícula, pero los gastos son los mismos”, explica.

Desde la asociación estiman que un 30% de los jardines no abrirá. “No dan los costos”, explican y piden que los subsidios se mantengan. Di Santo subraya el rol que cumplen para el cuidado de los chicos cuando sus familiares trabajan. “Hay un reclamo para que los niños puedan volver a vincularse con sus compañeros o con nosotras”, señala.

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