Identificaron a los presuntos autores del atentado de Estambul


Tres extranjeros cometieron los ataques en el aeropuerto internacional de Estambul que dejaron un saldo de 44 muertos y más de 230 heridos, en lo que parece haber sido un ataque planificado en la terminal aérea, confirmó una autoridad del Gobierno turco. #

Los tres atacantes suicidas provenían de Uzbekistán, Kirguistán y Rusia dijo. La agencia de noticias Dogan informó que la persona de nacionalidad rusa es oriunda de la conflictiva región de Daguestán, en el Cáucaso, al sur del país.

Las tres regiones son predominantemente musulmanas y formaron parte de la Unión Soviética. Un gran número de personas radicalizadas del Cáucaso y Asia central se han unido al grupo extremista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.

El diario turco Hürriyet había identificado a uno de los tres como Osman Vadinov, checheno de nacionalidad rusa, pero ahora parece afianzarse la tesis de que no procedía de Chechenia sino de la vecina república autónoma de Daguestán.

Se pudo identificar a esta persona porque dejó su pasaporte en un domicilio en el céntrico barrio de Fatih en Estambul, que ha sido identificado como lugar de residencia o reunión de los terroristas que asaltaron el aeropuerto, asegura Hürriyet.

La vivienda había sido blindada con una doble puerta de acero y los supuestos terroristas, que la alquilaron hace unos tres meses, instalaron un sistema de aire acondicionado para no tener que abrir las ventanas nunca.

El pasaporte del ruso de Daguestán muestra que entró en Turquía hace aproximadamente un mes, señala Hürriyet.

Ningún grupo reivindicó aún el ataque, que involucró armas de fuego y explosivos, pero las autoridades turcas señalan a EI, que ha sido responsabilizado por varios ataques en el país durante el último año.

El Gobierno confirmó que los atacantes arribaron al aeropuerto en taxi. El periódico "Hurriyet" citó a fuentes que indicaron que el taxista dijo a las autoridades que los agresores hablaban un idioma extranjero.

El primer ministro, Binali Yildirim, reconoció la noche del miércoles que dos de los tres atacantes consiguieron acceder al edificio del aeropuerto. Según explicó, los atacantes abrieron primero fuego contra el personal de seguridad en la entrada y uno de ellos se hizo volar por los aires fuera del edificio. Los otros dos aprovecharon el pánico desatado para entrar en la terminal.

El ministro del Interior turco, Efkan Ala, confirmó que hay 19 extranjeros entre las víctimas, informó la agencia de noticias Anadolu. La mayoría de las víctimas extranjeras provienen de países de Asia central y Afganistán, mientras que otras 23 eran ciudadanos turcos. La mayor parte de las víctimas eran musulmanes.

La policía arrestó a 13 personas, entre ellas tres extranjeros, en redadas contra EI realizadas en 16 lugares de Estambul, indicaron fuentes del Gobierno. Nueve personas fueron detenidas en la ciudad de Esmirna durante un operativo paralelo. No está claro aún si los detenidos tienen vínculos con los ataques del aeropuerto.

Más de 230 personas resultaron heridas durante el ataque conjunto cometido en la tarde del martes en la que los tres asaltantes entraron al edificio y se inmolaron durante la operación, dijo la gobernación de Estambul.

Dos de las explosiones -incluida la primera, cerca de un puesto de seguridad- parecieron estar dirigidas contra la terminal de arribos. Otro atacante se inmoló en el área de partidas, en un nivel superior, dijeron autoridades.

Un testigo ubicado en el área de reclamo de equipaje describió haber visto una "bola de fuego" mientras ocurría la tercera explosión y se desataba el pánico y el caos en la terminal aérea. Los vuelos fueron interrumpidos horas después del ataque, aunque el aeropuerto, uno de los más grandes de la región, volvió a operar casi normalmente.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que hay "un lugar en el infierno" para los atacantes y llamó a luchar contra el terrorismo.

El ataque del martes fue el más grave cometido en Estambul en más de una década, mientras Turquía, miembro de la OTAN, enfrenta una nueva ola de disturbios.

Estado Islámico, que controla parte del territorio de la vecina Siria, fue responsabilizado por varios ataques cometidos en Turquía el último año. Aunque el grupo extremista no se ha atribuido ningún atentado masivo, sí asumió el asesinato de activistas sirios en el país.

Turquía, que apoya grupos rebeldes que combaten al presidente sirio Bashar al-Assad, fue acusada durante años de tener una frontera porosa con el país vecino, utilizada por extremistas que se unieron a facciones islámicas que pelean en la guerra civil siria.

El país también enfrenta violencia en el sudeste, donde fuerzas del Gobierno de Erdogan combaten a militantes kurdos tras la ruptura de un cese del fuego como resultado del estancamiento de las negociaciones de paz.

Fuente: otrosambitos.com.ar