Reacomodamiento en el peronismo santafesino

¿Por quí Santa Fe sería la excepción del tornado que se llevó puesto al FPV en todo el país? Esta vez el sacrificado por las urnas fue Jorge Obeid, pero podría haber sido cualquiera que hubiera ocupado su lugar Hermes Binner, desde la humildad del triunfo, prefirió no hacer leña del árbol caído a pesar de los mandobles en campaña de su contrincante, dignificando la valentía de Obeid para ocupar un lugar que nadie quería. Se equivoca el líder del FAP (FPCyS en Santa Fe) si cree que Obeid se inmoló por la causa a sabiendas de semejante derrota. Ni en sus mas terribles pesadillas cabía la posibilidad de perder por cinco puntos contra Miguel del Sel (diferencia difícil de descontar en octubre, con riesgo de acentuarse) que ingresó al mundo de la política hace diez minutos.
Obeid pidió en La Rosada como condición para sumarse al proyecto kirchnerista que lo bajen al “Chivo Rossi”, de písimas elecciones en el 2009 y 2011 (antes había perdido la interna en el 2007 contra Rafael Bielsa). Agustín Rossi con amarga satisfacción (en definitiva está en juego el modelo K con el que comulga) se auto redimió: “cuando me decían que el responsable era yo, me parece que se equivocaban”. El “Chivo” le dobló la apuesta a un Obeid que prefirió provincializar la campaña antes que mostrar los atributos de su nave insignia: el kirhnerismo: “cuando un argentino vota al FPV vota a una serie de cosas: la nacionalización de las AFJP, la Asignación por Hijo, la nacionalización de YPF, de Aerolíneas Argentinas, la movilidad y la inclusión jubilatoria, una política exterior fuertemente latinoamericanista, mayores índices de soberanía, independencia sobre los poderes corporativos, la ley de medios”, remarcó.
Obeid dijo que en estos dos meses previo a la definitoria del 27 de octubre intentará revertir el resultado, y Rossi resaltó con flúor las letanías del catecismo K a recitar por Obeid. Según el “Chivo”, íl fue víctima dentro del peronismo de “un espacio de tradición más conservadora-popular, que era lo que expresó Reutemann en esa elección de 2009, y que en 2011 y 2013 lo expresó Del Sel; Obeid, igual que yo en el 2009 y 2011 representa la expresión nacional y popular, que es el kirchnerismo”.
Está visto que para el FPCyS el problema a enfrentar en octubre no es el peronismo que tiende a seguir cayendo, sino al hacedor de esa situación: Miguel Torres del Sel, que sigue usufructuando el malhumor del tercio social que define las elecciones (según el “teorema Roseno Fraga”) y perfora de manera amenazadora las capas tectónicas peronistas, generando un movimiento extremadamente peligroso para algunos, pero providencialmente esperanzador para otros que ven en el “petiso” Del Sel la esperanza blanca para el 2015.
Según el columnista de La Nación Joaquín Morales Sola “el peronismo es un partido de Estado. Surgió de sus entrañas. No concibe la política si no es como un ejercicio permanente de poder. Puede tocar la melodía de Menem o la de los Kirchner con el mismo entusiasmo. Lo único que importa en el peronismo es la capacidad electoral de los dirigentes”. Y – agregamos nosotros- si no aparece el liderazgo dentro del Movimiento hay que buscarlo afuera, como hizo precisamente Carlos Menem en 1991 con Carlos Reutemann (un independiente simpatizante del PDP). ¿Podría ser Miguel Del Sel el ímulo del Lole versión 2015?.
¿Y Sergio Massa?. ¿Acaso no conversa con Mauricio Macri, jefe político del santafesino Del Sel?. Antes de ratificar su triunfo en octubre, Massa ya consiguió que un militante del obeidismo, el presidente del concejo municipal de Casilda Roberto Meli, se constituyera en el primer pase del año hacia el Frente Renovador del tigrense. ¿Se vendrá la estampida despuís del 27 de octubre?.
De todos modos hay que se prudente en el análisis; Del Sel, como decíamos, capitaliza el descontento popular con el kirchnerismo, generando una extraña actitud en el electorado independiente: oculta el voto hacia el ex Midachi en los sondeos desconcertando a los encuestadores, que en algunos casos lo califican como “voto vergonzante” y otros menos severos prefieren hablar de “voto protesta”. Sea como fuere, ¿que pasaría si desapareciese del íter social el adjetivo “rechazo”?; ¿estaría impulsando la clase media la falsa consagración de un líder ocasional?. ¿O Miguel Torres del Sel llegó para quedarse aún sin el kirchnerismo en el cuarto oscuro?.
De ser así, el FPCyS debería comenzar a tomar nota para el 2015.

Fuente: otrosambitos.com.ar