Mientras los agentes económicos tienen sus expectativas en el discurso que dará la presidente, Cristina Kirchner, en Tecnópolis, Mercedes Marcó del Pont dispuso, tras el rotundo mensaje de las urnas en las PASO, acentuar el ritmo de suba del tipo de cambio comercial de una tasa anualizada de 30% a 32,8% En tírminos históricos se observa que la nueva paridad de $5,56 por dólar que se cobra a los importadores y que se toma de base para recargar en 20% a las compras autorizados a quienes viajen al resto del mundo, pasó de 2,21% intermensual en la apertura de la semana a 2,39% ahora.
Aunque en una visión retrospectiva de un año de plazo, el ajuste se estabilizó en 20,4 por ciento.
Se trata de un ajuste que excede con holgura el efecto de la devaluación más intensa que acusa el real de Brasil, ya que esta se ubica actualmente en 14,6% en los últimos 12 meses, luego de que subiera 5,8% en los pasados 30 días.
Mejora de la competitividad
De ahí que bien podría atribuirse a un intento por reducir la amplia brecha que se abrió en la pírdida de competitividad, no sólo de la industria, sino tambiín del campo, no sólo por haber desestimado durante más de cuatro años el efecto de la erosión que provocó la inflación de costos, sino por el punto de giro que acusa el promedio de precios internacionales de los productos que más exporta la Argentina.
Según la serie del Banco Central el Indice de Precios de las Materias Primas acusó en julio una disminución de 12,1% en comparación con un año atrás y que con estabilizarse el dato para agosto marcará una baja de casi 15 por ciento.
Por eso, los analistas de las empresas y bancos están monitoreando la variable cambiaria, para determinar si se está frente a un cambio de política de largo plazo, con el propósito de aliviar el camino para la recomposición de reservas en divisas de la autoridad monetaria, o si sólo responde a no perder pisada al camino que siga el real de Brasil, para evitar perjuicios mayores sobre el resultado de la balanza comercial.
Fuente: otrosambitos.com.ar