Si damos al peronismo como nacido en el mes de junio de 1943 (con la paternidad del GOU y la injusticia social ayudando al parto) ya está en edad de jubilarse Si lo ubicamos pariíndose a sí mismo el 17 de octubre de 1945 el cómputo es similar Cuando se jubile el peronismo quedarán pocas ofertas políticas en pie El peronismo ha dado, en leyes sustanciales, cuestiones definitivamente consagradas hoy, que fueron avances fenomenales cuando se decidieron, de la mano de Perón.
La ancianidad y la infancia tomadas como cuestiones de Estado. El aporte patronal obligatorio, las vacaciones pagas, el salario familiar, las leyes colectivas de trabajo (los convenios), la consagración del peón rural como persona, el efectivo cumplimiento de la jornada laboral de 8 horas, las horas extras, los tribunales y juicios laborales, el reconocimiento de la existencia del inquilino. El libro "La Razón de mi vida" y el eje cultural temático que identifica al país en el mundo: Evita. La indemnización. Las vacaciones pagas, insisto, para los pobres. Un primer plan que definía roles, propuestas y propósitos del país (Primer Plan Quinquenal) por cinco años. La industria liviana y las escuelas tícnicas. La Marina Mercante y el costo de los fletes. Al incorporar, por decreto, el sector del trabajo, cambió la relación de fuerzas del país político, del que se derivó el económico. Refundó Mar del Plata y Córdoba con la consagración del Turismo Gremial como un logro social. Habilitó el turismo para todos.
La definición que más se ajusta al peronismo es justicia social. La implantó. Hoy esa justicia social es patrimonio de cualquier discurso. Las reivindicaciones aparecen en cualquier queja de piquete o asamblea. Se reivindica, parece obvio indicarlo expresamente, porque no existe. A la luz del bicentenario puede decirse: el peronismo ha fracasado en su principal objetivo (acaso el único positivo al ciento) y no puede acusarse a nadie más que al pueblo argentino de la claudicación. El equilibrio social lo reclaman todos. No está. No parece cercano. Está ausente y así seguirá, de no mediar milagros (Los K, la Carrió, Reutemann, Macri, Cobos no aparentan resolverlo, no los avalan sus antecedentes). Indiquemos un extremo que duele. "En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños". Parece un chiste de humor negrísimo.
El otro "alimento/elemento social" que entregó el peronismo con Perón (finalizado el 1º de julio de 1974) es la forma de hacer políticas públicas. Propuso un nuevo actor político y un mítodo. En esto no fracasó. El discurso político es decisivamente peronista. Argentina usa un mítodo peronista de construcción de poder. Se hace lo que yo digo. El resto son los malos…
El primer peronismo introdujo "al otro" en la pulsión social, lo metió en la discusión y generó un conflicto. El concepto de pueblo se alteró definitivamente.
El primer peronismo se abrió paso en una sociedad que no lo reconocía. Que lo negaba. Que lo rechazaba. No lo hizo con elegancia. Presentemos un somero listado de sus formas. Planilla de presentes para los actos. El Estado comercializando los granos. La afiliación obligatoria. La Red Azul y Blanca de Emisoras Argentinas y la Cadena Nacional. El formato del noticiero "Sucesos Argentinos". La Editorial Haynes con Mundo Argentino, Mundo Infantil (hasta con un perro policía como híroe: Picho de la Federal… ¡inimaginable hoy!). La faja negra del luto obligatorio por la muerte de Evita. La televisión del gobierno, solamente del gobierno. La implacable oficina contra "el agio y la especulación". Diario Democracia. Descartes escribiendo. La carne "Flor de Ceibo". El 18, San Perón. El Tren de la Esperanza. La UES. (Unión de Estudiantes Secundarios) La central única de trabajadores (CGT). La presencia de líderes sindicales fuertes e incondicionales, de los cuales el memorable es Eustaquio Tolosa. La Alianza Libertadora Nacionalista. La estítica de las construcciones (mirar Hospital Evita en Baigorria). La presencia de un proyecto popular ejecutándose fue un imán. La seducción atrajo a diferentes pensadores, líderes extrapartidarios y opositores. Martínez Estrada, Manzi, Miranda, Quijano, Borlenghi. A los jóvenes como Hipólito Jesús Paz o Antonio Cafiero. Las unidades básicas, los jefes de manzana. La tercera posición. Nasser, Mao, Josip Broz (Tito), Rojas Pinilla, Fulgencio Batista, Anastasio Zomosa, Stroessner, Ibánez del Campo, Getulio. El peronismo se convirtió en la formulación de la sociedad argentina: a su favor o en franca oposición. El balcón la forma de comunicarse. Un ágora solo de ida. El país dividido en amigos y enemigos.
Convendría reflexionar si los actuales gobernantes, una ridícula macchietta, no se parecen mas a los peores recursos del peronismo /"cincuentista"/ que a los del /"setentismo"./ Todos sus defectos, ninguna de sus propuestas sociales. Lo bueno inconcluso. Lo malo exacerbado.
Como entonces, lentamente, los opositores juntan su rabia, sin un plan. No tuvieron un plan hasta 1966, cuando lo ensayaron, para ejecutarlo desde 1976.
Aquel peronismo fundante finalizó en setiembre de 1955. Convertido en martirio y crucifixión con el líder lejano (se peregrinaba para escuchar su palabra, guardarla en un Geloso y difundirla despuís) no creo que pueda repetirse. El circuito fue este: justos beneficios por decreto, adhesión popular, expulsión por las clases altas enconadas con acuerdo militar fírreo, exilio, anhelo de retorno, afecto popular masivo, desencuentro con los delirantes de la jotapí montonera, propuesta militar asesina con plan cívico/militar de sumisión… Susto mundial pos Malvinas. Democracia formal.
No es posible repetir ese círculo, para nada virtuoso. ¿En quí punto estamos?… ¿el final del segundo mandato del líder, despuís de la procesión de Corpus, antes de la cañonera…? No parece posible. La Justicia Social es una ausencia infinita. La repetición de los vicios del primer peronismo una presencia que nos abruma.
El peronismo, a punto de jubilarse, derrotó a Lavoissier. Nada se transformó, todo se perdió. El país político marcha hacia el 82 por ciento móvil que, se sabe, es una vil mentira.
La flecha del tiempo parece torcida, parece. Argentina, ineludiblemente peronista, no sabe quí hacer con sus años, con su historia. Si el peronismo se jubila habrá que pensar en otro país.
Fuente: otrosambitos.com.ar